La NASA descubre nuevas evidencias de vida en una luna de Saturno

El Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA anunció el descubrimiento de nuevas moléculas orgánicas en una enorme columna de hielo y vapor en Encélado, una de las lunas de Saturno.

Evidencias

Las imágenes capturadas por la sonda espacial Voyager en la década de 1980 mostraron la superficie blanca y brillante de Encélado, que con aproximadamente 500 kilómetros de ancho, es considerado el objeto más reflectante en el sistema solar. Según la NASA, esta alta reflectividad se traduce en temperaturas extremadamente frías en su superficie, descendiendo hasta los -201 °C.

En 2005, la sonda espacial Cassini detectó el surgimiento de partículas de agua helada y gas, expulsadas desde la superficie de la luna a una velocidad de 400 metros por segundo. Los investigadores explicaron que estas erupciones constantes de agua contribuyeron a la formación de un extenso halo de fino polvo de hielo alrededor de Encélado, donde una porción de este material dio origen a uno de los anillos de Saturno.

En las grietas de Encélado

Los científicos explicaron que estas emisiones emergían de grietas en la corteza de Encélado, zonas que son relativamente cálidas. Los datos recopilados por Cassini sugirieron la presencia de un océano líquido debajo de la superficie helada de la luna, alimentando estos estallidos de agua.

En 2017, se identificaron moléculas orgánicas en una de las columnas de hielo y vapor de Encélado. Los especialistas sugirieron que la combinación de dióxido de carbono, metano, amoníaco, hidrógeno y agua podría dar lugar a la metanogénesis. Este proceso metabólico implica la producción de metano y fue crucial para la formación de vida en la Tierra.

Nuevos compuestos orgánicos

En un reciente estudio publicado en la revista científica Nature Astronomy, se informó sobre la presencia de " fuentes químicas de energía adicionales, mucho más potentes y diversas que la producción de metano".

Los expertos identificaron nuevos compuestos orgánicos como cianuro de hidrógeno, acetileno, propileno y etano, lo que sugiere la existencia de "múltiples rutas químicas para potencialmente sustentar vida en el océano subterráneo de Encélado", según señalaron en la publicación.